viernes, enero 26, 2007

Dadá (2): DUCHAMP.



Marcel Duchamp montó una buena cuando se le ocurrió presentar a una exposición en la galería Grand Central de Nueva York un urinario de porcelana bajo la firma seudónima R. Mutt, y lo llamó "Fuente". La obra no fue aceptada y entonces Duchamp dimitió del jurado, sí, es que formaba parte del jurado, ¿pensaba votarse a sí mismo? Fue uno de los grandes errores de la historia del arte contemporáneo que no supo o no pudo ver el punto de no retorno que suponía aquella hazaña, pues con esta obra Duchamp revolucionó el concepto de arte. Escogió un objeto de uso cotidiano y sin realizar transformación alguna sobre él lo convirtió en obra de arte, es decir, el acto de creación se limitaba a esa elección. Duchamp dijo sabia y oportunamente: "Si el Sr. Mutt construyó o no con sus propias manos la Fuente no tiene ninguna importancia. Él la ELIGIÓ. Tomó un objeto de la vida diaria, lo reubicó de manera que se perdiera su sentido práctico, le dio un nuevo título y punto de vista y creó un nuevo significado para ese objeto." Además luego puedes hacer una interpretación de esa elección, puedes decir que el urinario es simbólicamente el aparato genital femenino dispuesto a recibir el masculino y revestirlo todo de un contenido sexual que siempre escandaliza bastante. De todas formas a Duchamp se le pasó por encima un pequeño detalle y es que cuando por ejemplo Manet, ya tullido por la ataxia, pintó un manojo de espárragos sin duda primero había hecho la elección del manojo de espárragos pero es que luego además lo pintó, y cuando Dalí pintó su cristo cúbico sin duda primero escogió esa perspectiva para el Cristo y luego además la pintó, es esta última fase sin importancia en la que el pintor pinta la que se salta Duchamp. Esto sucedía en 1917 y a esa forma de arte se le llamó readymade ("ya hecho"). En 1919 le puso un bigote a la Mona Lisa y le llamó L.H.O.O.Q., que traducido al español sería algo así como Ella Tiene Un Culo Cachondo, y con el cual realiza un intercambio de papeles sexuales entre Leonardo (era conocida su homosexualidad) y la Mona Lisa (algunas voces dicen que en realidad era un travestido). Es decir, todo esto, lejos de ser una broma de mal gusto es en realidad un profundo análisis intelectual sobre el arte, el público, el fetichismo de la obra de arte, y muchas cosas más muy complejas. ¿No cuela? ya puestos ¿para qué ceñirnos a los objetos cotidianos? podía haber cogido Las Meninas, pero las meninas tal cual, no una reproducción, y exponerla como obra suya, una buena elección sin duda pero ¿suficiente como para ser considerado un acto creativo? Que no, que no hay que ser tan desconfiado, que Marcel Duchamp era un genio. Pero ¿cómo llega a EEUU este francés inmortal? En 1912 pintó Desnudo bajando de una escalera con una clara influencia futurista (ver figura arriba), ya que el movimiento era el motivo central de este hermoso cuadro en el cual la figura parece desecha en un puñado de tejas. En París fue rechazado y no se pudo exponer, se lo llevó a Nueva York y lo expuso en la Armory show en 1913 provocando una gran escándalo y siendo el hazmerreir de medios y caricaturistas en particular. ¡Cuánta ignorancia! Sin embargo, allí encontró el clima y el entorno adecuados para desarrollar su arte. Lo mejor de Duchamp viene cuando se pone a "pintar" su cuadro El gran vidrio o el gran espejo o Los solteros desnudando a la novia (ver figura a la izquierda). Esta obra es una metáfora sobre la inutilidad, se trata de un artilugio imposible científicamente que pone en evidencia al lenguaje y a la relación causa-efecto. Bien, no comprendo nada pero al menos será bonito, me dije al leer la descripción del mismo... Ni por asomo. Es una construcción en óleo sobre cristales y alambres de plomo dividido en dos partes, y aquí se observa un extraordinario guiño a los dípticos renacentistas, que además viene acompañado de una serie de instrucciones en las cuales se habla de gasolina del amor, cilindros que activan motor del deseo..., no parece muy críptico que digamos, sigamos investigando. Gombrich (siempre una referencia) dice que es una "metamáquina cuyo propósito es alejarnos del mundo real de las maquinarias para adentrarnos en el universo paralelo de las alegorías". Si pudiéramos describir semejante disparate diríamos que en la parte superior la novia se desnuda y en la inferior los amantes solteros representados como uniformes vacíos trabajan como esclavos y agitando una batidora de chocolate de la que saldrá un líquido seminal que intentará fecundar a la novia que a su vez se protege de éste gracias a la barrera metálica profiláctica. Es una clara alusión al infierno y al onanismo. Lo mejor de esta obra es el punto en el que Duchamp decidió que había sido concluida su ejecución, simplemente se rompió accidentalmente uno de los cristales, en ese momento Duchamp dispuso su finalización y explicó que esa rotura era parte del proceso creativo.
A partir de 1923 desaparece cualquier intención creativa en Duchamp, todos piensan que se ha retirado finalmente del mundo del arte, pero después de su muerte se averiguó que trabajó en secreto desde 1946 a 1966 en una instalación llamada Dados (Étant donnés), que actualmente está en el museo de Filadelfia y que es una alegoría sobre el arte y el amor, es decir, una alegoría sobre cualquier cosa
La conexión entre Duchamp y Dadá se produjo a través de Picabia al que invitaron a dar una conferencia sobre arte moderno en una sala de Nueva York. Picabia llegó borracho y empezó a desnudarse frente a la audiencia. Bonita forma de comenzar una entrañable relación artística. Picabia (al cual habría que dedicar una entrada del blog en exclusiva sin duda) continuó publicando su revista 391 pero en realidad el grupo de Duchamp, Man Ray y otros se mantuvieron bastante al margen de los grupos dadaístas europeos por lo que se puede hablar de una confluencia no pactada de similares expresiones artísticas basadas en el absurdo. Yo no veo muy clara esta relación, es más, ni siquiera consideraría a Duchamp un dadaísta, lo veo un artista algo más serio (ya sabemos, un urinario que es una fuente, un cristal que se rompe y es parte de la obra, vale, vale, no lo parece muy serio pero lo era), simplemente porque Duchamp no se limitó a ridiculizar el arte sino que abrió el campo artístico de una forma insospechada, él fue el descubridor de la poética del objeto encontrado, lo cual parece una idea absurda pero que a mi me parece de gran belleza y sensibilidad, la obra de un artista inmortal.

jueves, enero 18, 2007

Dadá.




El 15 de febrero de 1916 el poeta pacifista alemán Hugo Ball fundó el cabaret voltaire en la ciudad de Zürich. Allí empezaron a reunirse artistas de todo tipo llegados desde Alemania huyendo de la guerra. Recitaban poesías, cantaban, bailaban y se exponían obras de arte. Ellos bautizaron el movimiento Dadá, y eran el escritor rumano tristán Tzara (seudónimo del poeta veinteañero Sam Rosenstock), el escritor alemán Hugo Ball, el escultor y pintor alsaciano Hans Arp, la también pintora Emmy Hennings, el cineasta y pintor Hans Richter, el escultor y poeta berlinés Richard Huesselbenk y el pintor o lo que fuera y de donde fuera Marcel Janco.
Básicamente ellos querían expresar un total rechazo a la burguesía, a la guerra y al arte en general. Odiaban del arte esa postura que adoptaban los artistas que se consideraban divinos e inalcanzables, odiaban de la burguesía esa intolerancia con las nuevas vanguardias artísticas por el simple hecho de no comprenderlas, y odiaban de la guerra todo. En realidad fue un movimiento nihilista que lo negaba todo, desde el proceso de creación hasta el significado de la obra, de forma que pretendían borrar toda huella artística, toda señal de emoción y sobre todo pretendían eliminar por completo a la figura del autor, genial. Publicaron centenares de manifiestos dadás donde daban a conocer sus ideas. Manejaban herramientas tan sutiles y a veces tan destructivas como la ironía, el humor, el azar y el absurdo con la única finalidad de desvalorizar el concepto de arte y convertirlo en algo más cercano al pueblo llano. Independientemente de su oportunismo, de sus talentos como artistas, de sus objetivos más o menos confusos, lo cierto es que los dadaístas eran gente simpática que tuvieron además una función primordial en la concepción actual del artista moderno -es decir, un tipo que se ríe de todo-, aunque no pretendieran tal cosa ni mucho menos.
El origen del nombre Dadá es un misterio y ya nadie se atreve a postular una nueva teoría al respecto. El propio Hans Richter sugería que tenía que ver con el "alegre adverbio de afirmación eslavo da,da... o sea sí, sí a la vida...", otra historia asegura que Ball y Huelsenbeck descubrieron la palabra por accidente en un diccionario alemán-francés, y no ha trascendido en qué consistió el accidente, si Ball le tiró a la cabeza el diccionario a Huelsenbeck o si bien fue al revés y finalmente el diccionario quedó abierto por esa palabra o bien fue otro tipo de accidente más intelectual pero que no acierto a entrever. Pero esta teoría no es muy "cultural" que digamos, así que algunos autores hacen referencia a una carta de Gauguin en la que aludía a un caballito como símbolo de una vuelta al primitivismo, y como estos artistas pretendían una desmitificación del arte y del artista -en realidad una vuelta al arte primitivo- se cree que adoptaron esta idea y de alguna forma que desconozco la palabra "caballito" tiene una correspondencia lingüística en alemán con la palabra "Dadá".
En esas convocatorias del cabaret Voltaire los propios artistas recitaban sus poemas. Así, Ball compuso el poema fonético abstracto O Gadji Beri Bimba y que dice así:
gadji beri bimba glandridi laula lonni cadori gadjama gramma berida bimbala glandri galassassa laulitalomini gadji beri bin blassa glassala laula lonni cadorsu sassala bim gadjama tuffm i zimzalla binban gligla wowolimai bin beri ban o katalominai rhinozerossola hopsamen laulitalomini hoooo gadjama rhinozerossola hopsamen bluku terallala blaulala loooo zimzim urullala zimzim urullala zimzim zanzibar zimzalla zam elifantolim brussala bulomen brussala bulomen tromtata velo da bang bang affalo purzamai affalo purzamai lengado tor gadjama bimbalo glandridi glassala zingtata pimpalo ögrögöööö viola laxato viola zimbrabim viola uli paluji malooo tuffm im zimbrabim negramai bumbalo negramai bumbalo tuffm i zim gadjama bimbala oo beri gadjama gaga di gadjama affalo pinx gaga di bumbalo bumbalo gadjamen gaga di bling blong gaga blung;
al principio cuesta pero cuando se le pilla el puntillo es de una gran sonoridad plástica; y Tzara creó el poema simultaneísta en el cual versos superficiales en tres idiomas eran leídos al unísono con acompañamiento de ruidos que salen entre bastidores y todo esto converge en una absoluta incomprensión por parte del público. No sé si aún habría público cuando Arp leyera su poesía al azar cuya elaboración realizó sacando palabras y frases al azar de periódicos y uniéndolas aleatoriamente. Es decir, "Dadá denunció las triquiñuelas infernales del vocabulario oficial de la sabiduría, está a favor del absurdo que no significa falta de sentido", según Dawn Ades, es decir, el sentido podría estar en la ausencia del mismo, lo cual es un argumento extraordinariamente sutil pero igualmente efectivo. El propio Arp dijo que "Dadá tenía como objetivo la destrucción de las decepciones razonables del hombre y recuperar el orden natural e irrazonable. Dadá quería reemplazar el absurdo lógico de los hombres de hoy por el sin sentido ilógico". Lo cual tiene su lógica, ya que si la razón había conducido a Europa a la primera guerra mundial lo mejor sería intentar algo menos "razonable", por eso utilizaban estilos "homologados" para hacer sátira y construir una parodia grotesca absoluta y paradójicamente destructiva -no se les ocurrió que la mejor parodia del ser humano era una guerra en la cual éste se destruía a sí mismo, e incluso que el campo de batalla podría resultar una enorme sala de exposiciones de lo absurdo. Recordemos que este movimiento nació en los albores de la primera guerra mundial y al contrario que el futurismo -el cual terminó haciendo apología de la guerra- se instaló en una posición absolutamente pacifista.
Breton, que tendría vital importancia en el grupo dadá de París, dijo que la facultad que sostenía al Dadá era "desorientarnos en nuestra memoria al sacarnos un punto de referencia", es decir, sus obras no obedecen a ningún canon artístico mensurable y nos hacemos un lío al contemplarlas, ¿es arte?, ¿es agradable de ver?, ¿es intelectual?, ¿es un timo?, oye, está bien pero no me atrevo a decirlo porque ¿y si resulta que al final es basura y se están riendo de mi?
Resumiendo, en el cabaret Voltaire se pretendía un ataque nihilista y violento contra el arte a base de juegos, máscaras y bufonerías, pero ¿exponían también pintura en realidad y tuvo ésta alguna trascendencia? Definitivamente sí, los collages y relieves en madera de Han Arp (por ejemplo, retrato de TristanTzara) abrirían las puertas al informalismo europeo algunos años después y sus composiciones automáticas fueron luego utilizadas por los surrealistas aunque con objetivos diferentes; Marcel Janco realizaba máscaras horribles inspiradas en un cubismo negro que guardaban cierta relación con el cubismo de Picasso y Braque(véase figura de la izquierda, ¡aaaaahhh!); Sophie Taeuber sentó un precedente de pintura geométrica cuando se desconocía las actividades del grupo De Stijl; Richter y Arp pintaron un enorme telón para una manifestación empezando cada uno por un extremo y rellenándolo con gigantescas plantaciones de pepinos, lo que revela la febril experiencia creadora que estos singulares pintores sufrían; algunas pinturas de Richter como el autorretrato (figura de arriba) parecen deudoras de un Gauguin urbano reconvertido al expresionismo de Der Brucke. Es decir, su tan proclamado arte "irreverente" no dejaba de ser una nueva perspectiva del arte más que una destrucción del mismo, es decir, en su ánimo de reírse del arte dieron pistas fundamentales en el desarrollo del arte moderno posterior, es decir, no estaban realmente locos (ya lo decía la Rochefoucauld "quien vive sin locura no es tan cuerdo como cree"), y en cuanto a la figura del artista realmente lo que realizaban, en mi humilde opinión, era una mayor sacralización del mismo ya que el artista y su parodia eran más importantes incluso que la obra de arte.
Es decir, utilizaban el futurismo, el cubismo, el collage, las culturas africanas, los desmadres poéticos y teatrales y siempre con un ánimo ridiculizador y esto lo hacían con afán crítico. No me pregunten cómo ni por qué estos tipos empezaron a crear escuela, pero lo hicieron. Una escuela que encontró eco al otro lado del atlántico (¡Nueva York!) y en otras ciudades europeas como Colonia, Berlín, Hannover y París.

domingo, enero 14, 2007

¿Existe el arte?






Estuve un tiempo pensando en las contradicciones del arte, es decir, en la dualidad pintura-humanidad, en la concreción de lo espiritual en el arte y en la búsqueda de la belleza a través de las formas plásticas, y esto me impedía de forma absolutamente irreversible escribir en mi blog. Intenté superar estos miedos eligiendo caminos alternativos como la supresión de lo ridículo o la acumulación de estados de ridiculez, lo cual me reportaba una disyuntiva de difícil solución, realmente no podía acceder a la resolución del enigma que me aterrorizaba día y noche, es decir: ¿existía el arte?
Gombrich decía que el arte no existía, que existían los artistas. Yo creo que esto lo dijo para llamar la atención, porque si prescindimos del concepto Arte realmente no podemos identificar a los supuestos artistas, ya que carecemos de referencias para hacerlo, es decir, si el arte no existe entonces quiénes son los artistas, es decir, el arte es lo que hacen los artistas o los artistas son los que hacen arte, según Gombrich el arte sería lo que hacen los artistas pero para saber quiénes son los artistas tendríamos que definirlos previamente en base a algo y ese algo no se me ocurre que sea otra cosa que la definición de arte. Yo iría un poco más allá que el genial Gombrich, lo cual no me convierte en igualmente genial sino más bien en un aficionado sin aspiraciones, es decir, el arte nace de la percepción sensorial, luego al arte existe en tanto en cuanto es percibido, luego el arte no es nada en sí, sin la percepción no existe el arte realmente, luego el arte es en realidad "la percepción del arte", luego el arte es la percepción de "la percepción del arte", y así hasta el infinito.
Colegí que mi propósito para el año 2007 que empezaba (a propósito, ¡feliz año nuevo para todos mis lectores!) debía ser el de esclarecer este interrogante tan molesto, qué es el arte, qué es el arte, qué es el arte, me decía una vocecilla en mi subsconciente cada mañana al levantar. Realmente no me sentía en condiciones de vaciar todos mis esfuerzos en algo que no tuviera una cualidad existencial comprobable. La realidad del arte se desdibujaba en manos de historiadores, críticos de arte y demás inventos colaterales como marchantes, casas de subastas, galerías, publicaciones varias, etc. Mi intención sería la de retomar el primigenio estado de las cosas con respecto al arte, con respecto a la mejor definición que del alma humana se podía realizar. Yo consideraba la pintura como el arte por excelencia. El arte había sido comparado en multitud de ocasiones con otras manifestaciones artísticas como la poesía, la música o incluso el break dance, pero estaba seguro que ni siquiera un pasaje de Mozart podía superar la emoción que transmitía un pequeño óleo de Van Eyck en una sala arrinconada de la Gemaldegalerie de Berlín, simplemente porque el valor histórico de la obra mozartiana quedaba diluido por la interpretación moderna de la misma, simplemente porque en el Van Eyck veíamos la pincelada del maestro, y no había nada más, no había intérprete, no había director de orquesta, no había copia de la partitura, era simplemente Van Eyck, y ese valor histórico de la pintura, esa presencia física -el pintor frente al cuadro, pensando los colores, dibujando la virgen en medio de la catedral, recreando la perspectiva, casi podíamos tocarlo- no podía tenerlo ni la literatura ni la música. Entonces, ¿cómo era posible que la obra de Van Eyck fuera una farsa? ¿cómo era posible que toda la historia de la pintura fuera un repertorio interminable de historietas e inverosímiles interpretaciones? ¿cómo era posible que la forma de expresión más honesta estuviera impregnada de esa divergencia demencial de opiniones, de ese cúmulo de disertaciones volátiles en algunos casos y sublimes en otros de modo que las propia disertaciones superaban en calidad artística a las propias obras causantes de las disertaciones en cuestión? es decir, ¿qué hechos y qué aptitudes debían ser valoradas en relación a la homologación de toda obra de arte? es decir, yo me movía en un mundo realmente absurdo, esto no era una novedad, mi único interés por la vida radicaba en esperar el estreno de la última peli de Zhang Ziyi, la grabación de un nuevo disco de Patricia Petibon, la publicación en español de la obra de teatro Héroes de Thomas Berhard, pero todo esto era asimilable desde el punto de vista de la ociosidad del hombre moderno, una ociosidad que sólo se empleaba para sepultar hasta el último de los valores dignos del ser humano, es decir yo simplemente era una víctima más, sin embargo, el mundo absurdo del arte, el mundo absurdo de lo que nunca había existido significaba algo más que un exiguo deseo de supervivencia, significaba algo más que una adicción a lo eternamente espiritual, significaba algo más que la última posibilidad de educar el alma, incluso significaba algo más que una sencilla, pero extraordinaria al fin y al cabo, recolección de invenciones más o menos meritorias, es decir, ¿el arte era simplemente un tipo con un pincel impregnado de pigmentos que extendía en una tela? Además, el arte como arte ¿cómo pretendía ser entendido?, ¿desde una simbología documentada y estudiada o desde una falta de aprendizaje que infantilizara la mirada del que contempla reduciendo el mágico momento de la creación a una falaz actuación de alguien que en definitiva se aburre con el mundo real? ¿Desde cuando la mirada del ser humano instruyó a la percepción y desde cuándo esta percepción se convirtió en juez y parte del destino de la humanidad?, porque yo estaba convencido de que la historia del arte no era otra cosa que la historia de la humanidad, y que la historia del arte no era otra cosa que la historia de los sentimientos, y que la historia del arte no era otra cosa que la historia de la vanidad humana, y que la historia del arte no era otra cosa que la historia del alma humana -de la religión, en definitiva-, por esa razón consideraba primordial averiguar de qué naturaleza estaba hecho el arte. Incluso estaba convencido de que no podía haber tanta distancia entre el creador y el público, estaba convencido así mismo de que el público formaba parte de la creación y el creador parte del público, conformando dos realidades indistinguibles que amenazaban en ambos casos a la humanidad al completo. Y todo esto me atormentaba y me impulsaba a dejar el blog, a dejar el aprendizaje de la historia del arte como modo de vida e incluso a dejar de ver los partidos de tenis de Maria Sharapova. Reconozco que esto último fue lo más difícil de aceptar y por eso me di una segunda oportunidad, la respuesta debía encontrarse en la propia historia del arte.
A principios del siglo XX unos tipos fundaron una corriente artística que en realidad no era una corriente artística pero que en realidad no era otra cosa que no fuera una corriente artística pero que en realidad no sabían ni ellos mismo lo que era, y que ni siquiera los historiadores ni los expertos han sabido nunca lo que era, y que, después de leer a varios autores como Gombrich o Hughes o Ades, yo mismo sigo sin saber qué era realmente, y este "no se sabe qué" recibió el nombre de Dadá.
En 1916 unos tipos aburridos del arte crearon en Zúrich el movimiento dadá, el grupo artístico más extraño de la historia del arte. Esta gente simplemente buscaba un arte "anónimo y colectivo", según Arp, "buscamos un arte elemental, que salvará al género humano de la furiosa locura de esto tiempos", "asqueados de los mataderos de la guerra mundial nos entregamos al arte". No fue un estilo como pudo serlo el futurismo o el cubismo. Fue más bien una actitud frente al arte y a la vida. Se reunían en el cabaret Voltaire, en Zúrich, y allí celebraban reuniones donde se discutía de poesía, de pintura y se cantaba y bailaba. Allí estaban Tristan Tzara, Hans Arp, Richard Hülsenbeck y otros. Pero de esta historia me ocuparé el próximo día.