martes, octubre 27, 2009

Chema Cobo.




Chema Cobo
en el CAC Málaga:

"Out of frame"


Hasta el 24 de enero estará esta exposición del gaditano Chema Cobo en el Centro de Arte Contemporáneo de
Málaga, y que supone su primera exposición individual del siglo XXI. Artista adscrito a la figuración formó parte del grupo Nueva Figuración Madrileña en los años 70. Su obra ha sido expuesta en lugares tan prestigiosos como el MOMA de Nueva York y el Reina Sofía de Madrid. Ahora llega a Málaga con esta colección de 37 según el folleto del centro (o 33 según la web del CAC, yo no las he contado, sinceramente) obras bajo el título de Out of frame (fuera del marco, algunas cabezas se salen del encuadre, y es curioso pero creo recordar que los lienzos no están enmarcados). Según el folleto informativo del propio CAC: "Con Out of frame, Cobo vuelve a ahondar en el tema que concentra su investigación desde hace años: las trampas que las imágenes tienden al ojo del espectador y a las que se encuentra expuestas diariamente. Una llamada de atención acerca de la falta de correspondencia entre la realidad y la visión, entre la visión y el deseo, entre el deseo y la realidad. Es el artista quien dice "las cosas no son como las vemos, tampoco como nos gustaría que fueran"." Vamos a ver, si nos ponemos filosóficos con una nota explicativa de una exposición de PINTURA nos vamos a volver locos. La realidad no es lo que vemos. Si la realidad no es lo que vemos, ¿qué es la realidad? Si no sabemos cómo es la realidad, ¿cómo sabemos que no es lo que vemos? En fin, me gusta eso de las investigaciones, por un momento creí que hablábamos de un científico trabajando en la vacuna de la gripe A, pero no, es un artista, está investigando, eso sí lo vemos claro. Sigamos: "Chema Cobo con su pintura se opone a esa rapidez con la que consumimos y olvidamos las imágenes". Eso se arregla viendo una peli de Kiarostami, por dios. Perdón por la interrupción, continúa el folleto: "Reflejos, sombras ambiguas, destellos, proyecciones lumínicas, encuadres arbitrarios o fragmentos imposibles, son los elementos a los que recurre en su obsesión por pintar lo que no se ve, lo que queda perdido para nuestra visión entre la realidad y la ficción". Digamos algo sobre la pintura, por favor. Chema Cobo es un gran dibujante, eso lo primero. Lo segundo: se mueve en lienzos de medio formato -salvo algún paisaje mayor y otras obras menores -el dado, el conejo con gafas, la liebre- y empleando tonos básicos -azules, blancos, grises- que recuerdan una barbaridad a Gerard Richter y sus paisajes desenfocados -y que pasaran precisamente por el CAC hace algunos años. En Hours I a V el artista representa a cinco mujeres de medio cuerpo para arriba que muestran una deformación lineal indefinida, a modo de modelos de alta costura venidas a menos. En Fraulein (Nueva identidad) de 2004 parece que estemos ante una Madonna del Renacimiento bajo la óptica de Alex Katz. En Spook (Aparición) Cobo refleja toda la belleza de la adolescencia en un movimiento lánguido y desencantado. La serie Avoidence of Humbugs (Los simuladores) recoge unos retratos "ocultos": Eichmann, Bela Lugosi (Cristo en Transilvania), Eva Braun (Hermana Berghof), y otros tan increíbles como La niña del cartón de leche, del que si nos alejamos unos metros nos atrapa con su mirada inquisidora y bestial -lo mejor de la muestra según mi humilde opinión. Una serie de paisajes nos muestran el evidente eco de Richter una vez más, sobre todo en Do not cross the scene de 2009 (lo que parece una desembocadura de un río a través de un bosque y que por el título puede representar la escena de un crimen). En Halfway between vemos el reloj de una iglesia desde dentro y pensamos en Vertigo de Hitchcock pero sin Kim Novak. Dice la web del CAC: "Uno de los principales objetivos de Chema Cobo a la hora de preparar esta exposición para el CAC Málaga ha sido liberar su obra de color, de cualquier otro elemento prescindible, haciéndose más oculta, culta e intelectual. Para él, las tonalidades grises y la luminosidad nos permiten llegar a la esencia misma de las cosas, el tecnicolor cotidiano lo frivoliza todo, nos hace tener una visión de la realidad sin matices". Queda bien, aunque no sé por qué la falta de color nos conducirá a la esencia de las cosas, porque si Cobo hubiera leído el comienzo de Mikdamot del israelí S. Yizhar sabría que el primer recuerdo puede ser totalmente naranja, y ¿hay algo más real y puro que el primer recuerdo? En Melting de 2008 vemos una habitación abandonada con una silla solitaria y en esta obra Cobo parece haber perseguido el fantasma del aire circulante de Las Meninas. Possibility de 2008 es un misterioso bosque nevado con una artificial raja que lo atraviesa de arriba a abajo. Tres cuadros con el motivo de una escalera de piscina son los más azules y vivos de toda la muestra, ¿por qué pensamos en Hockney? ¿es que es el único que puede pintar piscinas? Se titulan Out of blue, y aunque el término blue se relaciona con tristeza y con la música blues aquí parece Cobo haber encontrado una extraña paradoja ya que son las pinturas más coloristas de toda la exposición y por tanto las más alegres (¿es el color la alegría y por eso se aleja de la realidad?). El juego de espejos en Full Mirror y Mirror no termina de convencer. La imagen es tan distorsionada como irreal. Puede ser un espejo o cualquier otra cosa. Algunos cuadros no revisten gran interés, Plato´s cave es una inmensa bola espejo de discoteca que intenta ser una metáfora de la caverna de Platón, L´arriere du miroir de 2007 es un ángel esculpido en piedra y Little fetiche la cabeza de una muñeca, The promise un dado en difícil equilibrio y Holy words de 2008 un loro a punto de entablar conversación. Desde la distancia los Simuladores adquieren una veracidad que da miedo, este Cobo es muy bueno. De todas formas no creo que esté muy conseguido el hilo conductor de la muestra. La realidad, la ficción, la frontera entre ambos, ¿no es todo arte una ficción? ¿no es una realidad también? ¿no es la ficción real en cuanto a su naturaleza ficticia?

martes, octubre 20, 2009

Vertedor






Ciclo pintores malagueños:

Vertedor al cuadrado en Bezmiliana.



Tenía un poco abandonada esta sección de "pintores malagueños" así que voy a recuperar un poco el tiempo perdido para comentarun poco la exposición que los Vertedor (padre e hijo) presentan en la, fabulosamente restaurada (por el estudio del arquitecto Álvaro Mendiola en 1992), Casa Fuerte Bezmiliana, en Rincón de la Victoria, Málaga. Con el título de con/.fussion estos malagueños se adentran en el paisaje abstracto con gran acierto y eficacia. Las dos salas de la Casa Fuerte exponen una serie de cuadros sin título realizados con técnicas mixtas y con gran presencia matérica. Un aluvión de ideas geométricas y coloristas comprenden el hilo conductor -más estético que temático- de la muestra. Ninguno de los cuadros tiene título, lo cual dificulta un poco la labor del comentarista. Por otro lado tampoco están marcados cuáles son de José Vertedor (nacido en 1954, padre) o de José Antonio Vertedor (nacido en 1978, hijo), lo cual dificulta aún más la actividad crítica. Si a eso unimos que la línea discursiva de los dos pintores son muy afines, nos encontramos con otro obstáculo más. Puede que estas circunstancias -si bien algunos cuadros están firmados y pueden concerse su autoría (como Vertedor Romero supongo que el hijo, tampoco sabemos el nombre completo de los dos)- hayan sido buscadas para que la exhibición -empleando mal un anglosajonismo- sea unitaria, y que el trabajo de los dos artistas confluyan en un mismo camino artístico. La verdad es que con la ayuda del pequeño catálogo gratuito editado por el ayuntamiento del Rincón nos aclaramos un poco -ya que con él podemos averiguar la autoría de algunas obras, no de todas -CONFUSIÓN. Las formas más cerradas, con colores mates en circunscripciones bien delimitadas del hijo contrastan con el estilo más libre del padre. Pero esto no siempre sucede así y a veces cuando creemos estar ante la obra del hijo en realidad estamos ante un Vertedor padre, y viceversa, de manera que parece que los dos artistas se han influenciado mutuamente, enriqueciendo ambas paletas en todos los sentidos -FUSiÓN. Vemos algún eco de Peinado -e incluso pienso en Stäel en algún cuadro, ¡en serio!- en el padre, y de formas más modernas en los dos con uso de arpilleras, y diversos collages, mucha materia, mucho trabajo, mucha dedicación, muchas horas frente al lienzo, en definitiva. Para mi es difícil hablar de pintura abstracta (y de cualquier estilo, por dios, que soy un simple aficionado sin estudios artísticos), pero para dar una idea al lector diré que las superficies están muy trabajadas, que son cuadros para perderse en ellos, dedicarse a seguir cada línea, cada raspado, cada superficie creada por el azar, cada gesto de la paleta, y descubrir así un complejo mundo de formas, colores y relieves que hacen de esta exposición un espectacular homenaje a la pintura en mayúsculas. Mención aparte requiere el catálogo cuidadosamente editado. En él leemos dos presentaciones, una del pintor Paco Jurado, y otro de la Historiadora del Arte, Inmaculada España. A Jurado habría que decirle -sin acritud, ya que su texto es generoso y sentido- que todo no vale a la hora de hablar de arte, que los "espacios oboidales" no existen, si acaso los "espacios ovoides", que el uso de "materiales innobles" como "recortes (de) papel u otros materiales de desecho" no dan una "imagen totalmente vanguardista" desde hace décadas, y que la retórica forzada ("se me antoja que su tremenda trayectoria artística es debido -¿o debida?- a una madurez consensuada con la constancia diaria del arte") a veces puede resultar ridícula -o al menos sin sentido. Amén de algunos deslices tipográficos -supongo- como "recortes papel" o "conjunto de sus obras son fruto de...", pues o "el conjunto de sus obras" -de su obra quedaría mejor- "es fruto de...", o bien "sus obras son fruto de...". Tampoco quiero ponerme muy quisquilloso pero sí es cierto que la revisión de los textos evitaría estos errores menores que desmejoran la buena presentación del volumen. A Inmaculada España le diría también que esto no es un lenguaje "totalmente contemporáneo". Puede que ante el público de a pie sí lo sea -cualquier cosa que no sea pintar como Velázquez será considerado "moderno"-, pero a quienes hemos leído algo de la historia del arte durante el último siglo sabemos que Picasso utilizó el collage hace bastante tiempo, y que Tàpies ha usado durante muchos años técnicas mixtas más complejas -y arriesgadas- que los Vertedor, por ejemplo. También sería interesante eludir determinadas redundancias que cuestionan la seriedad del comentario, me refiero a "José Antonio Vertedor juega entre la figuración y la abstracción, pese a que el peso de la abstracción es mayor, jugando con la gravedad, las formas y los planos de color" -ese "pese a que el peso" rechina-. El juego de la gravedad supongo que está referido al dripping invertido de uno de los cuadros, bueno, y en general a esta particular técnica que tanto empleara Pollock. La figuración , por otro lado, está más que ausente en toda la muestra. El juego de palabras entre fusión y confusión de la exposición está muy bien escogido, sin embargo es un punto a debatir, el de si la fusión entre dos pintores conduce a un punto creativo óptimo, y también de si la confusión entre las autorías de ambos revierte en una ventaja para el espectador, o para el arte, o bien todo lo contrario, signifique esto lo que signifique.