martes, julio 28, 2015

Stan Douglas. IRISH MUSEUM OF MODERN ART. Crónicas dublinesas (I).

Ubicado en el Royal Hospital Kilmainham (1684), el IMMA es el Museo de Arte Moderno de Irlanda. Para llegar hasta él nos bajamos en la parada de la estación de trenes Heuston usando la línea roja del LUAS (tranvía eléctrico). A pocos metros se encuentra uno de los grandes reclamos turísticos de la ciudad como es la antigua prisión de Kilmainham Gaol (1796), por lo que el museo no tiene pérdida.
En el momento de mi visita (11/7/2015) había 4 exposiciones temporales. Estas eran las de Karla Black, Etel Adnan, Stan Douglas, y una dedicada a la colección propia del centro y titulada Fragments.
Karla Black.
La escocesa nacida en Glasgow en 1972 se preocupa mucho -un montón- por la búsqueda de nuevos materiales, formas y colores, como queda en evidencia en su obra Prospects, dice el folleto -qué haríamos sin los folletos-. El visitante a su vez está preocupado por no tropezar con algún retazo de su obra, una larga y voluminosa oruga de celofán, tierra, yeso, etc... Citando a Tree at my window de Robert Frost -que no sé lo que es ni quién es pero que por el título debe ser un rollazo tremendo-, esta pieza evoca a la cosa difusa más próxima a una nube, o algo así de ambiguo. Otras obras cuelgan del techo, y son parecidas a ésta, con celofán y eso. La vigilante está en una esquina, sentada en una silla de saldo y leyendo un libro cuyo título no logro adivinar. Me quedo mirando en su dirección para ver si levanta la cabeza y así hacerle un guiño de complicidad como diciendo, "¿no veas con el celofán, no?", pero ella ni se inmuta en mi presencia.
Black: Prospects

IMMA collection (Fragments).
Al comienzo hay un cuadro de Kenneth Hall, nacido en Farham y muerto a la temprana edad de 33 en Londres. Se observa la influencia de Paul Klee. Fue un artista autodidacta y definió el arte como "eso con lo que el artista contribuye desde lo más profundo de su propia naturaleza".
Luego hay una sala en la que se expone una extraña obra de Brian O´Doherty, The doors to good and evil and the windows to heaven; Christina´s world, Rope Drawing #123. En ella el autor pretende -aparte de ponerle un título super largo- dibujar un espacio a base de cordeles que encajan con unas figuras geométricas muy feas pintadas en la pared. Si te pones en la marca pintada en el suelo todo parecer cobrar sentido (si llegados a este punto algo puede tener algún sentido y si mides lo que mide Doherty, claro).
O´Doherty: The doors...

Entras en una sala y ves cuatro cuadros negros y uno blanco, este último no en el medio necesariamente (¡qué gran composición hubiera resultado de ser así!), enseguida piensas en Malevicth pero si te acercas observas unos garabatos minúsculos sobre la superficie, son como arabescos. Es de una autora iraní, Shirazeh Houshiari, nacida en 1955 y nominada al Premio Turner (eso puede significar cientos de cosas, todas ellas contradictorias) y el título es Resonance (1994) -grafito y acrílico sobre lienzo, 134x134 cm (x 5)-.
Kethy Prendergast nació en Dublín en 1958 y cuando lo hizo sus padres estaban muy lejos de suponer que más adelante realizaría su obra Stack a base de ropa, cuerda, pintura y madera, y que me recordó a un montón de basura prensada que yo había visto en el puerto de Howth.
Prendergast: Stack

Es entonces cuando entro en una sala de vídeo para ver la obra de Ronan McCrea, Medium, de 2008. La sala está oscura. Adónde vamos a llegar, me digo. Espero. No se ve nada, no se oye nada. Hay una pequeña luz en el techo. Esto es lo máximo, me digo. Al rato me da por preguntar a una amable -siempre en Irlanda todos muy amables, qué país más encantador, me digo, en todos los sentidos- vigilante. Oiga, le digo, creo que: a) la obra de McCrea es lo más raro que he visto en mi vida, b) no funciona. Efectivamente, el proyector de diapositivas se había parado. Pero claro, a veces uno no sabe, con esto del arte moderno... Así intento comunicar mi pensamiento a la señora pero ella no parece entenderme. Durante 28 min se suceden diapositivas -que se solapan en una suerte de continuidades inciertas- de lugares comunes, oficinas, exteriores urbanos, personas sin interés..., se oye el sonido de pasos (¿hacia dónde van? ¿de dónde vienen?), una voz va emitiendo unos mensajes que se presuponen impactantes o decisivos, sólo entiendo algunos de ellos y ya se me han olvidado, pero al menos pasé un rato tranquilo. Este tipo de obras se agradece en los museos de arte moderno, en serio -cada vez soy más fan de las proyecciones-.
McCrea: Medium


Ahora le toca el turno al vídeo de Alan PhelanInclude me out of the partisans manifest, de 2012, de 11 minutos de duración y con música de Michael Fleming. En realidad es un cortometraje en la que dos actores escenifican algo realmente extraño. Es una pareja, él ha cogido todos sus cds y dvds de películas y los está triturando en un mortero (¡noooo!). La idea creo que es homogeneizar el contenido y luego volver a mezclarlo para obtener algo diferente (o simplemente para aniquilarlo). Parece que tiene que ver con el coleccionismo (¿para qué diablos coleccionamos cientos de pelis que luego no vemos, de discos que luego no escuchamos?). Era divertido, la mujer no entiende el ambicioso proyecto de su marido (la externalización del ser humano como ser coleccionista). Al final ella enumera algunas películas que aún están a salvo e intenta golpearle, él esquiva los puños de ella en una secuencia ralentizada y ahí acaba la obra. La música está bien, es como un Philip Glass caricaturizado. Afortunadamente he encontrado un trailer para que se hagan una idea más fidedigna:
Trailer de Include me out of the partisans manifesto
En mitad del corredor principal un enorme Gilbert and George, de esos típicos suyos, Smoke rising, de 1989 (338x568 cm), perteneciente a la serie The cosmological Pictures. En otra sala oscura se proyecta otro vídeo, ¡bien!, me digo, esto está siendo una fiesta total. Este es un poco más duro. Con la pantalla dividida en dos se ve a un tipo enchaquetado con estética de los años cincuenta bailando ridículamente al son de unos tambores y a la derecha la cara de un tipo obeso recibiendo continuas bofetadas. Es de Nigel Rolfe, nacido en Isle of Wight en 1950 -enseguida me acuerdo de Hendrix, qué extraño es el cerebro humano, me digo, cómo establece relaciones estrambóticas, me digo, ¡y cómo tocaba Jimi!, me digo también--. Se titula Dance Slap for Africa y el folleto indica que es un trabajo que revela la influencia de la historia en el individuo y que posee un aspecto estético de enorme potencia (también revela el número de tortas consecutivas que puede recibir un gordo en medio de un museo de arte contemporáneo, pero eso no lo dice el folleto).
Rolfe: Dance Slap for Africa


Luego hay algunas fotos de antiguas performances (1973-75) de Marina Abramovic y unos cuadros de paisajes que me recordaron al Corot más atrevido de la irlandesa Camille Souter (Northampton, 1929) -empiezo a pensar, Corot, Souter, Corot, Souter, lo repito muy rápidamente a ver si se confunden los dos nombres y sus pinturas...-.
Etel Adnan.
Nacida en Beirut en 1925, la poetisa y pintora libanesa ha sido redescubierta -otra vez- como una de las más influyentes artistas del siglo XXI. En la primera sala vemos pequeños lienzos en los que la autora plasma paisajes intimistas, con superficies bien perfiladas y colores sin gradaciones, algo oníricos pero de una belleza extraordinaria representan vistas del mediterráneo y de California. En la sala de lectura ella misma recita unos cuantos poemas en inglés de su cosecha.

Es icónica su novela de 1978 Sitt Marie Rose, sobre la guerra civil del Líbano. Su idea de arte abstracto es "el equivalente a la expresión poética; no necesitaba el uso de palabras sino de colores y líneas. No necesitaba pertenecer a una cultura orientada al lenguaje sino a una forma de expresión abierta".

Por último, en el IMMA pude ver la asombrosa muestra fotográfica de...
Stan Douglas: Mise en scéne
(algo así como "puesta en escena", un término ambiguo y que podemos leer en los créditos de las pelis francesas de la nouvelle vague como las de Truffaut, y en estas creo que equivale a guión o a dirección o ambas cosas o incluso más cosas, no estoy seguro, a ciencia cierta creo que nadie lo sabe, y así está bien que sea).
Según el tríptico de sala la influencia de Douglas va desde Kafka y Beckett hasta Proust y Melville. Nacido en Vancouver su trabajo se desarrolla en base a la recreación de episodios narrativos y a través del empleo de multitud de fotografías que conforman un todo con múltiples puntos de enfoque, gracias a lo cual la resolución de cada detalle -a pesar del gran tamaño de cada obra y de los numerosos figurantes- es de una riqueza extraordinaria (cual pintura del renacimiento flamenco su meticulosidad excede con mucho la percepción que de la realidad pueda tener el ojo humano). La exposición se divide en varios apartados. Crowds and riots; Interiors; Midcentury Studio; Disco Angola; Luanda-Kinshasa y Hotel Vancouver y Hogan´s Alley.
Disco Angola (detalle)

Se puede leer en los tablones informativos de la sala interesantes apuntes como "su fotografía desafía la veracidad de la fotografía como herramienta de descripción y construcción de una historia y su significado". Lo que supone un acierto en su concepto pero que no descubre realmente nada nuevo porque todo, la imagen, la palabra, el sonido,..., todo eso tan sólo refiere una parte de la realidad, aún en sus intenciones más sinceras. Que Douglas se enfrente a esta ocurrencia con la honestidad que muestra es del todo loable y estéticamente el resultado es excepcional, sin embargo, sus conclusiones no dejan de presentarse como ingenuas (vale, olviden esta reflexión, tan solo rellenaba un espacio para la siguiente foto).
Cabina de Al Neil (detalle)

En interiores vemos Una vieja tienda de curiosidades; Comidas Tosi; Cabina del artista, donde se retrata la morada del músico y artista Al Neil, en la que comenzara a vivir en los sesenta como vigilante nocturno de una compañía naviera. Inspirado por el movimiento fluxus compuso free jazz y luego realizó tareas multidisciplinares como performances con textos, música, collage, grabaciones... (en este enlace se puede escuchar a Neil tocando el piano junto a otros músicos de la escena de Vancouver: Al Neil trio 1964).
En Abott&Cordova, 7 august 1971, de la serie Crowds and riots, Douglas se vale de 50 fotografías diferentes para narrar la conjución de grupos que son anulados en su individualidad por efecto de las fuerzas del orden -¿ley mordaza?-, y también son impresionantes Powell Street Grounds, 18 january 1912 y sobre todo Hastings Park, 16 July 1912, donde vemos caracterizados a una gran cantidad de personajes que parecen disfrutar de un día en las carreras. Luanda-Kinshasa es una recreación del estudio de grabación de Nueva York, The church, de mediados de los setenta, donde Miles Davis grabara varios discos (y donde también grabaran Glenn Gould y Pink Floyd "su muro"). Algunos miembros de esta banda ficticia son la baterista Kimberly Thompson, el percusionista senegalés Abdou Mboup y el intérprete de tabla india Nitin Mitta. El guitarrista presenta un aspecto de joven Al di Meola pero no he logrado saber cuál es su identidad. Durante seis horas el grupo improvisa una serie de temas de jazz fusión. Sólo pude ver cinco horas y media pero tocaban bien.
Aquí se puede ver un corto extracto de esta performance o lo que sea: Luanda-Kinshasa
En Hotel Vancouver y Hogan´s Alley, Douglas describe con tecnología digital los barrios de los años 40 localizados en la parte este de Vancouver. En ellas el autor continúa su aproximación a la estética de film noir.
Hogan´s Alley (detalle)

Esta misma muestra de Douglas se pudo ver en 2014 en la Hausderkunst de Munich, y aquí podemos ver un vídeo de la misma:
Mise en scéne